Este mes de marzo se cumplen dos años de mi viaje transformador a esta maravillosa isla. Dos años profundos y llenos de dicha, esa sensación que te expande el Alma porqué se siente conectada a su propósito vital. Llegué temblorosa, energía de riñón al límite, con el apoyo de mi pequeña family friendly que me respetó y esperó. Los Amo. Las noches de marzo dieron mucho de si, escribía, meditaba y sobretodo me permitía imaginar un nuevo paradigma. Durante el día volaba cuál libélula saltando del sobrecogimiento del Verodal a la abundancia de la Llanía, de la soledad de cantos rodados de Las Playas a la fuerza magnética de Charco Los Sargos… y se aliniaron mi cuerpesito, mi lucecita álmica y el susurro de mi Shen.
Recuerdo con mucho cariño como empecé a mirarme, sentirme mis manos… y como susurraba y sonreía mirándomelas con la pregunta como mantra: ¿ Por qué no?..
En este caminar me hallé con personas luz que confiaron en mi y mi palpitar: Maite que a tres horas de coger mi avión de regreso a casa atendió mi llamada, me entrevistó y fue capaz de intuir mi luz medio despertándose en el mundo profesional de las terapias con las manos. Ya sabéis que para mi son la extensión de mi corazón.Soraya, mi mariposa compañera que me dio la mano con su dulzura y profesionalidad enseñándome los entresijos de la zona de tratamientos del hotel balneario. Aranza, que me explicaba con infinita paciencia la combinación horaria y los vericuetos combinatorios para poder facilitarme llegar a casa 1 vez al mes y cuando no pude ir, me abrió las puertas de su casa y su familia como única llave yo llevaba una longaniza catalana. Julio, discreto, con sus bromas matutinas que aunque yo sentía que el tema catalán le producía contradicciones, jamás me lo puso como “punta de lanza”. Jane Eyre, la más firme defensora de la justicia social que me he encontrado en la isla, mi tocaya de cumpleaños y la que daba espuela a que no olvidara mis principios. Y no puedo olvidar en el tintero de mi corazón a Sabine, que desde el mercadillo de San Andrés y con toda su familia de visita recogió mis deseos de expandir la luz del Naam abriéndome de par en par las hermosas puertas de “El Sitio”…. ¡Gracias!
Hoy, cuando escribo y os comparto esto lo hago con una sonrisa en mi corazón. Sintiendo que no hay marcha atrás y si mucho camino por delante. Ojalá estas reflexiones puedan inspirar, servir, aunar, impulsar a otras almitas a en un período oscuro a tomarse un -TE a escucharte , a respetarte y amarte.